Emili Fonollosa (foto Mariano Castejón)
Las cotizaciones en la lonja de pescado de Vinaròs del apreciado langostino se han disparado este mes de agosto hasta los 80 euros por kilo, ante el descenso de capturas, achacado por los pescadores a las altas temperaturas de las aguas por las que navega la flota de esta ciudad. Durante el mes de julio, las capturas fueron mucho más abundantes, lo que mantuvo el precio en lonja rondando los 25 euros pero ha habido días durante este agosto que se ha llegado a vender a 75 y 80 euros el kilo. El persistente calor con aumento de la temperatura del agua ha provocado que las distintas especies se escondan más bajo la arena del fondo marino, como señalaba a Vinaròs News el patrón mayor de la cofradía de pescadores Sant Pere Javier Borrás. Durante estos meses de verano, mientras la flota de arrastre está parada, siguen faenando las 19 embarcaciones de artes menores y las 3 de cerco con que cuenta el puerto vinarocense. Unas van al pulpo, otras a la langosta y otras a la albacora… (cada una puede dedicarse a una especie únicamente). “Si se capturaran más langostinos, la mayoría se dedicarían a ellos, aunque tampoco se están logrando buena capturas en las otras modalidades y especies, también por las altas temperaturas” destacaba Borrás. “El langostino si no lo pescas en cantidad no es rentable para los pescadores de artes menores, que son los que ahora se dedican a él, si se pesca con arrastre, obtienes otras especies y todo suma” matizaba. Así, son por tanto muy pocas las barcas que en este agosto se dedican al afamado marisco, lo que contribuye también pues a esas flojas cantidades que llegan a lonja. De las 19 barcas de artes menores tan solo una decena faenan ahora a la búsqueda del langostino. “No hay sobrexplotación de pesca de langostino, porque son pocas las barcas que se dedican al mismo, ahora llegan a puerto con solo 3-4-5 kilos” añadía Borrás, descartando pues que bajen las capturas por exceso de pesca y destacando que las barcas optan por capturar otras especies.
VEDA
A pesar de ser viernes, el primer día de faena tras los dos meses de veda o paro biológico, es decir el 1 de septiembre, la totalidad de la flota de arrastre de Vinaròs volverá a la mar, según vaticina Borrás porque “es un buen día para ponerlo todo en marcha y después ya el lunes coger la habitual rutina, supongo que no fallará ninguna barca, los pescadores tienen ganas de volver”. En Vinaròs quedan 9 barcas de arrastre (hay otra más vinarocense pero faena alquilada en Altea). Durante estos dos meses, están aprovechando para el mantenimiento y reparaciones diversas. “Desde que se extendió el uso de la fibra de vidrio y el acero inoxidable, el mantenimiento de las barcas es mucho más económico y rápido” matizaba el patrón mayor de la cofradía Javier Borrás.