Factura elevada en la limpieza de las pintadas de las murallas de Peñíscola

BARTOMEU ROIG

Las pintadas aparecidas recientemente en un tramo de las murallas de Peñíscola supondrán un elevado coste económico, según barajan desde el consistorio. El concejal de Patrimonio, Jorge Rovira; y la arquitecta responsable de la última restauración de esta zona, Pepa Balaguer: se reunieron para conocer in situ los daños y analizar la manera de devolver a las piedras su estado original.

 «Todavía no es posible hacer una cuantificación definitiva, pero imaginamos que la factura será elevada, por la cantidad de manchas que han dejado estos actos vandálicos y por los problemas de acceso que podemos encontrar para la maquinaria en algunos puntos», dijo el edil. La técnica empleada será el disparo de un chorro de agua a alta presión, combinada con una serie de productos químicos, para borrar la pintura sin afectar a los sillares, en una de las partes más valiosas de la fortaleza. Además de este caso concreto, ya estaba programada una actuación similar, que forma parte de las obras de mejora del conjunto del castillo. Por ello, desde la administración local se va a intentar que el mismo equipo pueda acometer el resto de pintadas, y compartir costes. Rovira espera que la ejecución de los trabajos «pueda hacerse en el menor plazo posible». La arquitecta apunta a la posibilidad de limitar el acceso, tal y como ya se ha hecho este verano en un lugar próximo a los jardines del castillo.