BARTOMEU ROIG
Una vez más, queda demostrado que las fiestas son algo mucho más serio de lo que parece. Desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el adelanto de las elecciones generales para el 28 de abril, no se habla de otra cosa en Peñíscola. Y es que la convocatoria coincide con una de las fechas más emblemáticas, la romería de Sant Antoni que, tradicionalmente, es el domingo siguiente a Pascua.
Tanto el alcalde de la ciudad, Andrés Martínez; como la concejala de este área, Raquel París, indicaron el fin de semana que ambas citas deberán coincidir, si bien el primer edil mencionó que todo ello «requerirá de un esfuerzo de logística y coordinación».
Pero hay voces que sugieren la posibilidad de poder mover la rogativa al día anterior. En redes sociales existen comentarios como «podría ir a votar a primera hora, pero, ¿y si me toca estar en una mesa?», o directamente quien afirma que, en cuanto sea posible, pide «el voto por correo». Porque la jornada festiva comienza muy de mañana y para muchos acaba cuando el sol ya se ha puesto y en un lugar situado a cinco kilómetros de los colegios electorales, en plena Serra d’Irta.
Ante este panorama, este lunes se convocó a los portavoces de los partidos políticos representados en el consistorio, con el fin de ver cómo pueden conjugarse dos hechos tan contrapuestos. Mientras tanto, desde el viernes pasado son muchos los vecinos que paran a sus representantes para saber qué se hará al final. Por el momento, nadie se aventura a dar respuesta.
Cabe recordar que en Vallibona, el año pasado se decidió alterar la fecha habitual de la romería que cada siete años se celebra a Pena-Roja de Tastavins por la proximidad a las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.