EMILI FONOLLOSA
Visitar espacios que han permanecido ocultos durante décadas fue días atrás y lo volverá a ser este próximo sábado día 5 una oportunidad única para recordar la historia de Vinaròs durante la guerra civil, que se está haciendo durante las últimas semanas con exposiciones y prestigiosos conferenciantes que participan en la amplia programación de las II Jornadas de la Memoria Histórica.
Los vinarocenses, distribuidos en reducidos grupos, dadas las pequeñas dimensiones de lo visitado, pudieron ver aquello que pocos han podido visitar hasta la fecha. Gracias al Ayuntamiento y la Fundació Caixa Vinaròs, se permitió la entrada a la cripta-refugio de la iglesia Arciprestal, que en muy contadas ocasiones se ha abierto y al búnker del recinto portuario que había estado sellado durante 40 años.
Cuando se conmemoran los 80 años de la entrada por Vinaròs de las tropas sublevadas, episodio capital de la guerra, se han hecho posible estas singulares visitas que al tener tanta acogida volverán a repetirse el 5 de mayo.
En el subsuelo de la Arciprestal convertida durante la guerra en refugio antiaéreo para la población civil, se ha hallado una inscripción que está estudiando el archivero municipal. Sorprendió especialmente el ver cómo varias lápidas fueron usadas para dar formar a este refugio, donde también puede observarse en una pared la inscripción de las siglas de un sindicato.
Desde el Ayuntamiento de Vinaròs, el concejal de Cultura, Marc Albella, explicaba que “este refugio tiene una pared tapiada que llevaría directamente a la cripta, y tenemos dudas de si el propio búnker es parte aprovechada de parte de la cripta de la iglesia o no”. La intención es realizar una instalación eléctrica mínima para poder hacer más visitas guiadas a lo largo del año en periodos turísticos. La entrada natural del refugio de la iglesia, según explicó Albella, es por el lateral que da a la plaza de la Comunión, por donde se accedía a través de unas escaleras que conectaban directamente con el bunker. Por ello, una de las ideas que desde el área de Cultura se barajan es poder realizar allí una puerta para que las visitas guiadas puedan acceder con más comodidad, aunque para ello hay que solicitar los correspondientes permisos.
Las visitas matutinas al refugio, dieron paso por la tarde a las del búnker del puerto. Tras ser abierto, se ha comprobado el buen estado se du estructura, así que se han abierto las mirillas donde se situaban las ametralladoras, y se ha limpiado y desinfectado para acoger las visitas. Estaba lleno de arena y piedras procedentes de la playa. Además de una puerta de entrada, se colocará como en la cripta una instalación eléctrica mínima y así poder hacer visitas de forma regular. Albella ha destacado que “mucha gente no sabía que existía este búnker”. Este búnker está situado junto a las escaleras de acceso al primer tramo del dique de Levante. Tenía carácter defensivo y según los historiadores, se hizo pensando en evitar un desembarcó del ejército franquista en la playa del Fortí durante la contienda civil.
