Un joven de Vinaròs introduce en la fisioterapia local un método innovador para ciclistas

VINARÒS NEWS

Jesús Calvo Tomás, fisioterapeuta vinarocense, completó los estudios basados en el Estudio Biomecánico del Ciclismo el año pasado en Barcelona. Actualmente ejerce su profesión en la cínica Fisiomar, (fisiomarvinaros.com) . Su objetivo es acercar sus conocimientos sobre esta técnica innovadora a los pacientes de la comarca, evitando así el desplazamiento a otras localidades.

El joven de Vinaròs Jesús Calvo Tomás, fisioterapeuta que actualmente ejerce su profesión en la clínica Fisiomar, ha introducido en la localidad el estudio biomecánico del ciclista, nuevos métodos para que las personas que practican el ciclismo como deporte principal -que son cada día más- puedan realizarlo tanto para evitar lesiones como para aumentar su rendimiento, pues el estudio se puede realizar en todo tipo de bicicletas tanto de carretera, triatlón, mtb, gravel o incluso de paseo. Aunque puede parecer un deporte en el que la musculatura y las articulaciones no sufren en exceso, lo cierto es que el ciclismo también requiere precaución, pues un mal posicionamiento prolongado durante el tiempo puede ser una fuente de movimientos nocivos para el cuerpo que pueden llegar incluso a la lesión. La técnica, para la que el joven se preparó el año pasado en Barcelona, consiste en realizar una entrevista con el paciente para que explique cuáles son sus sensaciones encima de la bici, como las molestias que sufre, cuándo empieza a notarlas y durante cuánto tiempo de prologan.

Por ello, en un primer momento se examina al paciente fuera de la bici para valorar posibles dismetrías en las extremidades o limitaciones articulares. También se realizan pruebas funciones para observar cómo responden los músculos, así como un ajuste correcto de las calas para buscar la simetría entre ambas piernas con relación al pedal y una correcta alineación.

En segundo lugar, se acopla la bici a un rodillo de transmisión directa y se empieza a pedalear. Primero, se llevan a cabo unos momentos de calentamiento para que el paciente se adapte y empiece a encontrar un poco de fatiga hasta adoptar su posición natural de pedaleo.

A través de unos sensores colocados en distintos puntos estratégicos del cuerpo y un videoanálisis, se miden los distintos ángulos que forman sus articulaciones durante el ciclo del pedaleo y se compara con los apropiados según sus características (altura, peso, lesiones, tipo de entrenamiento, objetivos, etc.). Para ajustar esos ángulos se cambian los parámetros de la bicicleta y, una vez realizado, se vuelve a realizar el análisis para observar si se ha conseguido el resultado deseado. Mediante una plomada láser se mide además la simetría del paciente durante el pedaleo. Una vez finalizado el estudio es importante pautar una serie de ejercicios terapéuticos con el fin de mantener la mejoría durante un tiempo.