Turista francesa fallece mientras se bañaba en el mar en Peñíscola

BARTOMEU ROIG 

Una mujer de nacionalidad francesa y de 59 años falleció en la mañana de este jueves mientras se bañaba en el mar, frente a la cala del Pebret de Peñíscola, situada en pleno parque natural de la Serra d’Irta.

El aviso al teléfono de Emergencias 112 se dio sobre las 10.40 horas, cuando otra persona que se encontraba en el lugar detectó que había una bañista flotando y sin moverse. Esta playa, como el resto de las situadas en el paraje, no cuenta con vigilancia y así lo indican unos paneles a la entrada. Aun así, el servicio de salvamento marítimo incluido en la contrata de socorristas se desplaza cuando es requerido y  lo hizo en menos de diez minutos. El movimiento del agua provocó que el cuerpo se desplazara unos metros, por lo que las tareas de reanimación tuvieron lugar unos cuantos metros al sur del Pebret.

La primera maniobra cardiopulmonar realizada por socorristas no dio resultado. Una unidad del SAMU continuó, sin éxito. También efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos se trasladaron al lugar, aunque su intervención no fue necesaria. Además, llegó un helicóptero medicalizado, pero ante la falta de respuesta a las maniobras, certificaron el fallecimiento de la mujer. Fue sobre las 14.00 horas cuando tuvo lugar el levantamiento del cadáver y el posterior traslado en furgón funerario, con la asistencia del personal judicial y agentes de la Guardia Civil.

«Hemos visto los equipos médicos durante un buen rato, pero no ha sido posible salvarla», comentó Sandra, una turista de Huesca que pasaba una jornada de playa en familia. Otros visitantes aragoneses comentaron que la mujer «estaba acompañada de un hombre, quien después de declarar la muerte de ella, recogió sus cosas de la arena». La zona está a unos 10 kilómetros del casco urbano de Peñíscola y en el momento en el que ocurrieron los hechos había poca afluencia de bañistas. Es la tercera muerte por ahogamiento este mes en la provincia y la segunda en Peñíscola. El día 15, un hombre de 82 años que tomaba el baño en la piscina de un hotel falleció de forma repentina. Tampoco surtieron efecto las maniobras cardiopulmonares.