

Los emprendedores extranjeros impulsan la hostelería de Morella
SENSE CATEGORIA 13 abril, 2025 Vinaròs News

JAVIER ORTÍ
Morella, la joya turística del interior de Castelló, experimenta en los últimos años un cambio significativo en el sector de la hostelería, la mayor parte de los bares y restaurantes están regentados por personas migradas. Este proceso marca una progresiva sustitución en la gestión de los negocios, que antes estaban en manos de morellanos de toda la vida. Actualmente, muchos de los traspasos siguen realizándose de generación en generación, pero con un cambio en el perfil de los nuevos empresarios.
Uno de los colectivos más representativos en esta transformación es la comunidad rumana. Los primeros migrantes de este país llegaron hace unos 20 años, atraídos por las oportunidades laborales. Con el tiempo, han traído a sus familiares y amigos, creando una red de apoyo que favorece la integración y el emprendimiento.
Un ejemplo de esta nueva generación de empresarios es Mario Vasile, un rumano que llegó a Morella con 19 años motivado por el amor, ya que su pareja se había instalado antes que él. «Empecé trabajando en la cocina del restaurante La Fonda, luego pasé a ser cocinero y camarero. En 2020, antes de la pandemia, decidí dar el paso y adquirir mi propio restaurante. La clientela es muy variada, combina turismo y vecinos».
Otro caso es el jóven rumano Popescu Irinel Auras, llegó en 2006, «buscando una vida mejor», conoció la capital de Els Ports por otros compatriotas. «Comencé en una industria local hasta que en 2022 tuve la oportunidad de abrir un negocio propio». Desde entonces el jóven rumano regenta un bar de carretera que es muy frecuentado por vecinos y camioneros de paso. «Estoy muy contento de la integración y de la oportunidad en este pequeño pueblo».
Un caso curioso es el de Willy Santos, que llegó desde Brasil con su familia hace 25 años. Se instalaron porque tienen familia en el vecino pueblo turolense de La Iglesuela del Cid. «Nuestros familiares migraron a Brasil durante la Guerra Civil, pero parte de la familia se quedó en la Iglesuela. Hace 25 años mi madre decidió volver y nos instalamos en Morella».
A partir de ahí, Willy estudió primero en Morella y, posteriormente, siguió con un ciclo formativo de cocina para, seguidamente comenzar a trabajar en hostelería. «Mi madre ha trabajado mucho en hostelería y, finalmente, decidimos abrir nuestro propio local», explica. Ahora, con un bar con terraza en la capital de Els Ports, tiene una clientela variada. «Con la terraza, el 60% de la gente que viene son turistas. La gente del pueblo viene más los fines de semana a cenar y su presencia se nota más en invierno cuando quedamos los de casa», relata.
La presencia de inmigrantes al frente de bares y restaurantes no solo ha cambiado el panorama comercial, sino que también ha contribuido al dinamismo de la localidad, atrayendo tanto a turistas como a residentes que valoran la diversidad gastronómica que estos nuevos gestores aportan.