Las lonjas de pescado se inmunizan ante la Navidad

BEATRIZ AZNAR, EL MUNDO-CASTELLÓN AL DÍA (fotos del mercat de Vinaròs, E.F.)

El pescado es uno de los productos que lucirán las mesas de miles de castellonenses en las próximas fiestas navideñas, sin embargo, al igual que sucede con el cordero, la Navidad ya no es un revulsivo para los sectores primarios de Castellón. Al menos, no para los productores de ganadería y pesca.

Según explicó el presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pesca, Sergio Albiol, a menos de quince días para Nochebuena, las lonjas no manifiestan la ‘alegría’ que proyectaban antaño. «La Navidad ya no aumenta el precio de nuestro pescado en la lonja como antes. Hace veinte o veinticinco año el pescado se revalorizaba todo el mes. Y se llegaba a pagar hasta 60 euros por el kilo de langostino. Ahora, si llegamos a 30 euros en los días previos, ya nos podremos dar por satisfechos», explica Albiol.

Las lonjas de las cofradías de pescadores de la provincia de Castellón han mostrado esta semana un ligero repunte de los precios, sobre todo del marisco, pero, según puntualiza Albiol, se debe a los días que las barcas permanecieron amarradas a puerto por el fuerte oleaje y el puente festivo de diciembre. «En cinco días no se salió a faenar por el mal tiempo del miércoles y por el puente de la Constitución. Esto ha provocado que esta semana la lonja haya recibido bien nuestro producto, pero el efecto de la Navidad es mínimo», argumentó el presidente de la Federación Provincial.

De hecho, el kilo de langostino de Vinaròs, conocido por su alta calidad, se está pagando esta semana entre 27 y 28 euros, un precio superior al de hace dos semanas pero alejado al que se registraba hace tan sólo dos décadas. De hecho, el recorrido del precio del langostino de aquí a Navidad apenas variará. «Si ahora se paga a 27 y 28 euros, pensamos que para esos días previos a las fechas clave como Nochebuena o Navidad no se superará los 30 euros por kilo, justo la mitad que hace veinticinco o treinta años», lamentó el representante de los pescadores de la provincia.

El compromiso del sector con el mantenimiento de los caladeros le imposibilita, además, que en los días previos a la Navidad se pueda aumentar los horarios en el mar. «Se podría faenar doce horas pero no lo haremos. No porque eso no contribuye a recuperar los caladeros y, además, porque aumentar la oferta sólo contribuiría a bajar el precio», aseveró. La razón de esta debacle del precio del pescado en Castellón hay que buscarla en la entrada de género de terceros países, sobre todo el norte de África.

«No hay nada que hacer. El precio no sube y los costes que soportamos no bajan. El panorama es complicado», reconoce el recién llegado al cargo de presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pesca. De ahí que una de sus máximas sea trabajar por lograr un acuerdo en todo el Mediterráneo que permita aunar horarios y regular la oferta de una forma sostenible con los caladeros.