La Pobla de Benifassà puede quedarse sin albergue ante la disolución de la cooperativa que lo creó

EMILI FONOLLOSA
La “España vaciada” de la que tanto se habla puede tener otro capítulo en la Tinença de Benifassà a partir de mayo cuando se disuelva la cooperativa que hizo realidad hace más de 20 años el popular albergue “La Font lluny”, si es que no encuentra un comprador o arrendatario de estas instalaciones que atraen turismo durante prácticamente todo el año.
Hasta 60 personas pueden acogerse en este albergue situado en el mismo corazón de esta zona que cuenta con un parque natural, a 5 minutos caminando desde el casco urbano de La Pobla de Benifassà. El cierre será si no se consigue encontrar a alguien que decida hacerse cargo de este servicio tan importante para dinamizar esta área rural de gran valor natural. Teresa Mezquita Gracia, la que está al frente del negocio, se jubila próximamente y el resto de asociados que en su día aportaron un capital para hacer realidad este proyecto también tienen edad avanzada y ninguno de sus descendientes quiere continuar en la cooperativa. “En principio, quisiéramos vender el albergue, en una reunión entre todos los asociados así lo acordamos, no con la pretensión de ganar dinero, con recuperar lo que pusimos es suficiente, lo importante es que continúe funcionando, pero si no se puede vender, lo alquilaríamos”. Guardan la esperanza de encontrar alguna familia o grupo de personas a los que les guste la naturaleza y el mundo rural y se interesen por echar raíces en esta tierra. “Aquí tenemos muy poca población, durante todo el año en La Pobla vive muy poca gente, aunque haya más empadronados que residentes, pero viene mucha gente de fuera a la que le gusta el turismo rural y la naturaleza, con lo que este negocio está funcionando bien, durante todo el verano y el resto del año sobre todo los fines de semana” añadía.

En mayo Teresa se jubilará, con lo que echarán el cierre al albergue, el reto está en conseguir de aquí a entonces encontrar a alguien, los interesados pueden encontrar por internet la página web de “La Font lluny”, https://lafontlluny.com/ llamado así porque éste es el nombre de una fuente próxima. Hace 22 años los mismos que siguen al frente de la cooperativa compraron los terrenos, construyeron el albergue y lo pusieron en marcha.
Puede cobijar hasta 60 huéspedes, al tener capacidad para dos o más literas o camas cada una de sus habitaciones, todas ellas dotadas con ducha, WC y lavabo. Las habitaciones tienen un toque rústico
y son acogedoras en cualquier época del año. Hay una habitación habilitada para minusválidos y existe calefacción central con radiadores con regulador en todas las habitaciones, como se destaca en su página web.

Teresa es la que está al pie del cañón, prepara a diario cada habitación y destaca que además tienen una cocina “superequipada” y un amplio comedor. A la clientela le ofrece desayuno y comida al mediodía, con especialidad en carnes a la brasa.
En La Pobla de Benifassà se cuenta también con un hotel, un restaurante y un bar, así que posibilidades de hacer turismo no faltan, aunque sería una pérdida importante si cierra el albergue. “La Tinença se está quedando sin servicios, en Castell de Cabres se cerró el bar, en El Boixar, su único bar ahora hace meses que está cerrado por estar de baja su gerente…” lamenta.
A pesar de ser un ejemplo de la “España vaciada” destacaba Teresa que La Pobla sigue “aguantando” porque “se está quedando gente a vivir aquí y con niños, tenemos el colegio abierto, tiene alumnado de diferente edad y esto es futuro, hay consulta médica…”. Con estas palabras intenta animar a los posibles futuros propietarios o inquilinos de “La Font lluny”.
Recuerda que la pandemia les trajo más clientela incluso que antes de la misma, “como no se podía salir de la Comunidad Valenciana, hemos conocido a gente nueva, incluso venida desde Alicante y después han continuado viniendo, nuestra promoción siempre ha sido de boca en boca” concluía.