La pasarela ciclopeatonal del Cervol ya tiene casi una treintena de  ‘candados del amor’

JUAN JOSÉ BENITO, FOTOS E.F.

La pasarela ciclopeatonal de la desembocadura del rio Cervol en Vinaròs es una infraestructura emblemática de la ciudad y como en su día paso con los puentes de Santa Catalina y San Nicolas han aparecido ya los primeros candados del amor, casi treintena ya (27 en concreto el día que los contamos y de variadas formas y colores).

Los candados del amor se colocan habitualmente en las barandillas de puentes, vallas u otros lugares públicos con cercas, y son las parejas de enamorados los que se encargan de ponerlo con el fin de simbolizar su amor.

Como se puede apreciar en el caso de Vinaròs y otras ciudades, ya que es una acción extendida por todo el planeta desde inicios de siglo, hay muchos candados en los cuales están pintadas las iniciales de la pareja. Además, una vez se ha colocado el candado la llave se tira, acción por la que se simboliza un amor inalterable.

Los primeros candados del amor en Vinaròs, con visibilidad para el ciudadano, aparecieron allá por el 2004 cuando entraron en servicio los nuevos puentes que se construyeron en el tramo urbano del rio Cervol con motivo de su canalización.

Los puentes de San Nicolas, situado junto al pabellón polideportivo, y el de Santa Catalina, junto la parada de autobuses, acogieron estos primeros candados que con el paso del tiempo la brigada municipal se encargó de ir quitando.

Ahora veinte años después es la nueva pasarela ciclopeatonal el lugar escogido por los jóvenes enamorados para sellar su amor con un candado y tirar las llaves en la desembocadura del rio.