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Goya en “Amics de Vinaròs” Goya en “Amics de Vinaròs”
ALFRED GÓMEZ Durante un mes largo podemos contemplar en la sala de Amics de Vinaròs (C/ San Ramon, 13) una exposición sobre Goya. Ya... Goya en “Amics de Vinaròs”

ALFRED GÓMEZ

Durante un mes largo podemos contemplar en la sala de Amics de Vinaròs (C/ San Ramon, 13) una exposición sobre Goya. Ya que la pandemia impide que hagamos inauguraciones, no por ello dejemos de disfrutar de la cultura con esta pequeña muestra. Se trata, en este caso, de la reproducción en estampas de los 22 grabados de la serie “Los Disparates” que realizó Goya entre 1815 y 1824, fecha del exilio del pintor a Burdeos.

Esta serie es una copia de los grabados originales realizada por la propia Academia de Bellas Artes de San Fernando a mediados del pasado siglo XX. La colección original, conservada por la Academia, había permanecido inédita hasta el año 1864 cuando editaron dieciocho grabados bajo el título de “Proverbios”, que años más tarde fueron ampliados al encontrarse cuatro láminas más. Representan escenas alegóricas, sueños esperpénticos y disparates fantasmagóricos que encierran un profundo significado ético y político, aunque también hay escenas de violencia, sexo, denuncia social y ridiculización de las instituciones, algunas muy difíciles de interpretar siendo verdaderos jeroglíficos. Con un lenguaje sarcástico, enigmático e incongruente con significados muy complejos, Goya parece ser que con ellos intentó hacer una crítica a la política absolutista de Fernando VII así como de la sociedad de la época, no solo de la monarquía sino de una aristocracia ociosa y viciosa,y de una iglesia corrupta.

En realidad “los Disparates” fueron una continuación de “Los Caprichos” y aunque los dos denunciaban al Estado, esta vez la crítica fue mucho más política. Aquellos sueños de la razón que eran “Los Caprichos” se convirtieron en pesadillas llenas de monstruos, vacios y negros, que rozan la irrealidad. No suele haber paisajes de fondo aunque en algunas se insinúe algún elemento de la naturaleza sobre todo árboles secos sin hojas.

Goya, pintor de la Corte, desde el año 1815 se encerró en sí mismo y alejado de los estilos imperantes por entonces, en un ejercicio de libertad absoluta, empezó a realizar estos grabados. En ellos, además de dar rienda suelta a su imaginación y a la libertad de creación, liberado de toda servidumbre, empezó a usar técnicas también más libres como la aguatinta, poniendo el interés en los volúmenes, las formas, las masas y los efectos lumínicos y expresivos. No había abandonado del todo el dibujo preliminar, que si aparece cuidado pero que esbozaban unas composiciones que se iban complicando y adquiriendo una de las cualidades de esta serie, que son las atmósferas, buscando el máximo contraste entre blancos y negros, zonas de luz y masas de tinta.

Las estampas llevan una numeración, pero es la aleatoria propia de la Academia puesto que su orden real se desconoce. Posiblemente no tengan estructura alguna ya que no parece que haya ni principio ni fin, rompiendo el autor con el concepto de secuencia. Carecen tanto de orden como de lógica o de explicación única. En definitiva, estas imágenes muestran una España revuelta, ignorante y carnavalesca. Una realidad vivida por el pintor y expresada por alegorías, cargadas de violencia y crueldad, acorde con el planteamiento de que el lado oscuro de las cosas también puede producir arte y placer.

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