El experimento ATLAS, con sello de una investigadora de Sant Mateu, Arantxa Ruiz

EMILI FONOLLOSA

El experimento ATLAS que se desarrolla desde el año 2009 en el CERN de Ginebra, el laboratorio de física de partículas más grande del mundo y en el que participan otros centros de investigación como el IFIC (Instituto de Física Corpuscular) de Valencia, contará desde este octubre y durante dos años con la científica de Sant Mateu Arantxa Ruiz Martínez, coordinando una actividad fundamental.

EXPERIMENTO ATLAS ATLAS Trigger Workshop Elba, Italia,

Este otoño Arantxa volverá a Suiza, donde ya ha estado entre el 2009 y el 2019, para iniciar esta fase decisiva después de haber sido escogida, por votación entre los 183 institutos implicados en el proyecto, como coordinadora del sistema de “trigger” (selección de datos en tiempo real) de ATLAS. En el acelerador LHC tienen lugar cuarenta millones de colisiones de protones por segundo y hay que seleccionar las más interesantes para su almacenaje en disco y posterior análisis, para esto se necesita un sistema de “trigger”, según nos explicaba. “Durante estos dos años deberé coordinar muchos grupos de trabajo de desarrollos hardware y software” decía. Se trata de un cargo de responsabilidad que afronta con ganas esta joven que antes de vivir en Sant Mateu, también estuvo residiendo en Benicarló.

Moriond QCD en La Thuile,Italia

En estos momentos, desarrolla su labor en el IFIC, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Valencia. ATLAS es un experimento de física de partículas con el que se estudian las colisiones de protones de muy alta energía que ocurren en su interior. “Buscamos nueva física más allá del modelo estándar de física de partículas, porque hay muchas partes que no conocemos, la materia visible, ordinaria, es solo un 4 por ciento del universo” destacaba. Estas investigaciones pueden traducirse en el futuro en avances científicos aplicables en distintos campos, “hacemos ciencia básica pero las investigaciones tienen aplicaciones en la sociedad, por ejemplo, la World Wide Web (WWW) de internet se creó en el CERN, o todo el conocimiento de las propiedades de las partículas se utiliza después para mejorar los tratamientos de radioterapia para el cáncer”. Lo que ahora se hace, en el futuro podrá retornar ampliamente a la sociedad, según está convencida Arantxa.

Instituto de Física Corpuscular (IFIC, CSIC-UV)

Estos trabajos no han escapado de la pandemia del Covid-19. Desde que se decretó el estado de alarma, solo han podido trabajar a distancia y todas las reuniones se han tenido que hacer telemáticamente. El CERN ha estado cerrado durante semanas y se espera que vuelva a la normalidad a mediados de septiembre; además, los planes de trabajo se han ido retrasando. En positivo, cree Arantxa que la pandemia traerá una mayor preocupación por invertir más en investigación y ciencia, potenciando experimentos como ATLAS. “La ciencia de física de partículas ha sido muy beneficiosa para tratamientos que se hacen en hospitales por lo que tengo la esperanza de que se invierta más en estos ámbitos”.

Valencia ha estado involucrada en ATLAS desde el principio, Arantxa es una más del amplio grupo de investigadores valencianos en torno al IFIC, que participa en numerosos experimentos. Esta investigadora de la capital histórica del Maestrat ya se implicó cuando comenzó su tesis doctoral en el 2004. Estudiando Secundaria en el instituto de Sant Mateu le fue surgiendo esa inquietud científica, que le ha llevado a tener un papel destacado en este trascendental experimento. Para Arantxa, es todo un orgullo y un reto trabajar con el gran acelerador de partículas que ha permitido confirmar la existencia del bosón de Higgs.

Foto de portada: Arantxa, en el museo del CERN junto a la maqueta a escala real del LHC.

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