Cuba: el antes y el después en la vida de Manolo Sabater

EMILI FONOLLOSA

A Manolo Sabater Tena, de 42 años, su peluquería en la calle doctor Fleming de Vinaròs no le acababa de llenar la vida, a pesar de estar dedicado a este oficio durante 28 años (10 años inicialmente en la de su padre en la calle del Pilar).

Así que llegó un momento en que “necesitaba hacer un cambio de chip, tenía inquietudes diferentes, he vivido intensamente este oficio pero comencé a notar que me faltaba motivación”. Cuando económicamente se lo podía permitir, decidió dar un giro de 180 grados a su vida y partió hacia Cuba para instalarse en ese país, que ya conocía muy bien por haber ido de vacaciones una quincena de veces y ser de allí la mujer con la que estuvo diez años casado.

Brasil, México, Argentina, Italia, Inglaterra, Francia, Marruecos, Portugal, Alemania, Holanda… han sido pisados por este aficionado a los viajes, pero “donde siempre me he encontrado más a gusto ha sido en Cuba y culturalmente hay una gran actividad y variedad”. Para escoger ese país fue un factor también importante el tener ya una oferta de trabajo, “como tenía ya allí amigos ya me habían ofrecido trabajo si me decidía irme”. En La Habana, está integrado como comercial en un “gabinete de creación de diseño e impresión para publicidad y arte” que cuenta con una galería de arte fotográfico, de la que Manolo es su relaciones públicas. Para crear esta galería, ha sido necesario trasladarse a un local mucho más amplio que el actual y en pleno centro de la capital cubana. La experiencia de Manolo en el festival de cortometrajes de Vinaròs y la colaboración con la Fundació Caixa Vinaròs le sirve para aportar ideas europeas a este gabinete, que hace trabajos para importantes eventos.

El peso convertible, llamado “cuc” (cuya unidad es equiparable a un euro),  y la moneda nacional son las dos economías que conviven paralelamente en la isla caribeña. “Si pagas en cuc la cerveza en locales turísticos es muy cara puede costar 2’30 euros y la comida es mucho más cara también y en moneda nacional no hay o es dispensada y muy mala…. en todos los lugares conviven las dos monedas”.

Nos contaba este vinarocense que “si pagas con moneda nacional, la comida en restaurantes es muy repetitiva, a base de arroz, pollos, frijoles, lomo y plátano frito, si quieres comer algo que no sea eso debes pagar en “cucs” y gastarte más dinero… ”En Cuba ahora abundan los autónomos, llamados “cuentapropistas”, que ofrecen más variedad, a sus locales de comidas van normalmente los turistas”.

“Un cuc -decía también- equivale a 25 unidades de moneda nacional, en un euro puedo hacer 50 billetes de autobús, para mi es muy barato pero para un cubano no y es que, por ejemplo, un médico cobra solo 44 cucs al mes”.

Aunque dejó las tijeras en su peluquería de Vinaròs, que traspasó, sigue practicando el oficio dando clases de formación de forma altruista, dos o tres veces al mes para un proyecto social de un famoso peluquero cubano, Papito Valladares, dirigido a enseñar gratuitamente a personas que tienen algunas dificultades físicas o de integración social.

Su estancia en Cuba la quiere prolongar el máximo tiempo posible, “yo estoy muy bien, tengo un trabajo, disfruto con la oferta cultural de La Habana, he entrado en contacto con personajes destacados, como un cantante de gran prestigio, como X Alfonso, que tiene un espacio cultural llamado “La fábrica del arte cubano”.

A Manolo no deja de sorprenderle la abundante suciedad de las calles cubanas, “ellos son muy limpios, pero calles y plazas están bastante dejados y además, las casa están mal conservadas”. “No hay suficientes contendedores de basura”. Abundan las viviendas que se dedican a turismo, unas para turistas y otras para cubanas (las primeras pueden costar 30 cucs por noche y a los de cubanos, 2 ó 3 cucs).

Contaba también Manolo que la política no es un tema de habitual conversación entre los cubanos, “yo acabé bastante harto de la política de España como para analizar la de Cuba”. Los medios de comunicación se nota que están controlados por el estado pero los cubanos “los cubanos se resignan”.

La Habana tiene muchos encantos para Manolo, “hay que pasear y perderse por La Habana vieja, cada día abren locales nuevos, hay muchas exposiciones, bares y garitos con mucho gusto decorativo, labor a la que me dedico”.

Como promotor en Vinaròs de la Penya Addictes Barça, está haciendo muchos amigos entre los numerosos seguidores “culés” que hay en la capital cubana. “La peña no oficial del Barça en La Habana (hay otra, oficial) me ha pedido que participe e incluso estoy pensando en hermanarla con la de Addictes”. “Los cubanos son del Barça o del Madrid y los más viejos están preocupados porque el fútbol está restando interés al deporte tradicional, el béisbol, “la pelota” como dicen ellos”. “Saben mucho de fútbol y lo siguen con pasión, televisan todos los partidos de la liga española”.

El clima es benigno, incluso caluroso porque en días de invierno puede haber altas temperaturas. “En la capital tenemos una media de 30 grados pero en Santiago, hay unos 4 grados más habitualmente”.

“Es un país fantástico, para disfrutarlo si vives en él y tienes algo de dinero para subsistir”. “Todos tiene una ocupación laboral extra, diferente a su trabajo para poder tener unos ingresos extra, el cuentapropista cubano es muy trabajador, más que los españoles, aunque en España podamos pensar lo contrario” decía finalmente acabando la conversación que mantuvimos con él cara a cara, aprovechando unas semanas que estuvo en su Vinaròs parar volverse a ocupar circunstancialmente de su antigua peluquería.