Compromís pregunta a Ribera por qué firmó la DIA del Castor si era costosa e innecesaria la infraestructura

NOTA DE PREMSA

Compromís en el Senado considera “lamentables” las declaraciones de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que lanzó balones fuera sobre el almacén e infraestructuras del proyecto energético Castor cuya Declaración de Impacto Ambiental (DIA) firmó ella misma a pesar de haber admitido que era una infraestructura “costosa e innecesaria”.

El portavoz en el Senado, Carles Mulet, ha preguntado a la titular de la Transición Ecológica “cuáles eran los motivos para dar el visto bueno ambiental a un proyecto que no vale para nada, como ella misma admite y que fue cuestionado por el propio Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional por no haber sometido a evaluación de impacto ambiental un tramo de gasoducto que conecta la red nacional de transporte de gas con la instalación en tierra asociada al almacenamiento subterráneo Castor. ¿Cómo se hacen las cosas en este país?”, se ha preguntado.

Estas sentencias supusieron una desautorización clara para la actual ministra que, “a pesar de escudarse en los técnicos, debe saber valorar en la fase oportuna del proceso la idoneidad de poner la firma en una DIA de un proyecto que ha supuesto un desembolso cercano a los 1.800 millones de euros, una enorme afección al medio marino y terrestre y a la estabilidad de la falla que se vio afectada por las operaciones de inyección de gas y que, de haber tenido en cuenta las recomendaciones y advertencias y haberse tomado un poco más en serio sus funciones, hoy este fiasco no sería una realidad tan penosa como la que hay en el horizonte al sur del Delta del Ebro”, ha agregado Mulet.

La coalición considera positivo que la ministra asuma las lecciones que el proyecto Castor ha puesto sobre la mesa pero le ha pedido responsabilidades por su decisión “tomada a la ligera y ante recursos fósiles como el gas” y donde la administración ha estado en este proceso como “comparsa y pagana” de unos proyectos poco rigurosos y “alentados por vendedores de humo y estafadores como los que recorrían nuestra geografía vendiendo productos milagrosos para la salud pero en su versión moderna”.

Desde Compromís han pedido a la ministra que “deje de lanzar balones fuera y concrete de una vez cuando y cómo van a comenzar los trabajos de desmantelamiento de estas plataformas marinas y terrestres” ya que en la actualidad suponen un peligro y están a merced de enormes costes de mantenimiento o de accidentes y “son prescindibles y deben ser asumidas por las empresas concesionarias o quienes las construyeron con enormes problemas de concepción y diseño, por lo que deben pagar por tal pifia, modificar leyes para evitar nuevos episodios en que los ciudadanos-consumidores o Estado acaben pagando las chapuzas de concesionarias y asumir su desmantelamiento como prevé la ley”.

Los senadores han lamentado que haya eludido hablar del futuro de la planta y han anunciado que han presentado una nueva batería de preguntas sobre los aspectos que se han ido conociendo sobre el proyecto, como los problemas graves de diseño a los que aludió el anterior responsable de Energía, las repercusiones de la sentencia del Constitucional sobre el proyecto, las retribuciones, la reclamación de responsabilidades ante una planta que no funciona, etcétera.