Cinctorres y Vilafranca “exportan” sus fajas a los sanfermines de Pamplona

JAVIER ORTÍ

Pasan los años y hay tradiciones que no cambian en San Fermín. Al igual que cada mes de julio es más que habitual ver a cientos de aficionados castellonenses en Pamplona atraídos por el magnetismo de la fiesta y los encierros, también es ya casi una tradición ver cómo muchas de las características fajas que lucen los asistentes estos días por la capital navarra se han elaborado en Castellón.

Y es que el perenne rojo y blanco de los Sanfermines tiene un arraigado idilio con la provincia, concretamente con Els Ports, ya que por las calles de Pamplona lucen más de 100.000 faixes que proceden de esta comarca. La industria textil del norte de Castellón diseña y teje desde hace siglos este tradicional complemento. En este sentido, destacan por su historia las fajas de Cinctorres, hasta el punto de que en el municipio hay un monumento dedicado al oficio del faixero. Desde esta localidad, la empresa cinctorrana Hilaturas Temprado, fundada en 1870, ha enviado este año más de 50.000 fajas rumbo a Pamplona. La alta demanda de su producto estrella se debe, según explica su gerente, Francisco Javier Temprado, «a la alta calidad del producto y al estilo tradicional que aplican en la producción».

Su técnica consiste en «trabajar el orillo vivo por los dos lados, lo que acredita la faja al estilo tradicional». Con todo, para poder producir año tras año las valoradas prendas en estas cifras tan espectaculares, la fórmula que utilizan es combinar la alta tecnología con los telares de antaño, que siempre son sinónimos de calidad. «Conservamos 25 telares tradicionales con máquinas de última generación», expone Temprado.

Otro foco emisor de fajas desde Els Ports es la empresa Hijos de Vicente Escuder, que también produce desde hace décadas el tradicional vestido regional navarro. En su caso, esta vez han confeccionado más de 35.000 piezas de vestir. Desde la empresa vilafranquina llevan más de 50 años aportando este producto a los Sanfermines. La fiesta más internacional de la tauromaquia sigue así un año más con la estrecha relación con la comarca de Els Ports.