Así vivió el huracán un vinarocense residente en La Habana

 EMILI FONOLLOSA
 “La verdad es que los cubanos lo han llevado bastante bien, me sorprende la tranquilidad con que la gente soporta un huracán” decía el vinarocense Manuel Sabater, que reside en La Habana, tras el paso del huracán Irma.

Los destrozos han sido cuantiosos, ha habido derrumbes de viviendas y se han venido abajo una gran cantidad de arbolado. La estampa del Malecón era impresionante, parecía una piscina gigantesca. “Para mí ha sido algo increíble, ni comparación con la gota fría ni otro fenómeno atmosférico”. Ante una situación como ésta, “los cubanos se cierran en casa y a esperar que pase, pero claro pasar tres días encerrado entre paredes, sin luz, sin agua, sin internet, sin posibilidad de ir a comprar… es duro, es algo a lo que uno no está acostumbrado, es muy aburrido al menos para mí”.

Cuando pasó el Irma, todos salieron a la calle, “cada uno fue limpiando su rincón, pasó un camión a recoger todas las ramas arrancadas…”. Respecto a los fallecidos habidos, “es porque no hicieron caso a las recomendaciones de las autoridades, pero para lo que ha pasado que haya habido solo diez fallecidos, ha sido una suerte porque llevaba una velocidad muy fuerte aunque no haya afectado de pleno”. Para Manolo Sabater, ha sido “una experiencia única, que he pasado tranquilo en casa y me quedé sorprendido al volver a la salir a la calle de la magnitud del huracán, pero la sorpresa ha sido la tranquilidad con que lo tomaron los residentes aquí en la capital” concluía.