Alegría Adell: talento vinarocense para crear depuradoras en el extranjero

EMILI FONOLLOSA

Inglaterra, Argentina, Chile, Rumanía, Bolivia, Colombia, Serbia-Montenegro, Santo Domingo, Arabia Saudí… son algunos de los países en los que la experiencia, el ingenio y el trabajo constante de la vinarocense Alegría Adell Julián ha dejado huella en la depuración de aguas, desde su responsabilidad como jefa de proyectos, primero desde Inglaterra y después desde Madrid, aunque con continuos desplazamientos para seguir de cerca cada uno de ellos. Depuradora de Montenegro en la que ha intervenido la vinarocense

Veinte años dedicados laboralmente, además de tres grados universitarios (Técnico Industrial, Industrial Superior y Ciencia y Medio Ambiente) y otros tantos másters  (Aguas Contaminada, Negocios y Administración) hacen de Alegría, nacida en Vinaròs hace 46 años, toda una experta en el tratamiento del agua.

 Comenzó trabajando en Londres, con 25 años de edad, en el departamento de procesos de una consultoría de ingeniería, donde se decide al estudio del tipo de tratamiento más indicado para depuradoras y potabilizadoras, para lo que se tiene en cuenta donde se instalará, la calidad del agua a tratar, la inversión disponible, mantenimiento, factores medio ambientales… “El agua residual, la potable y la desalación-yo me dedico a las depuradoras, potabilizadoras y desaladoras- es algo para lo que la ciudadanía debería estar más concienciada y saber que cuando sale el agua del grifo, hay detrás todo un mundo complejo que no es barato”. Aunque el estado aporta las inversiones para depurar y tratar el agua, “también pagamos nosotros, los ciudadanos, con la factura del agua, que debe ser siempre lo más razonable posible”.

Bogotá, depuradora en construcción diseñada per Alegria

Tras 5 años y medio trabajando en Inglaterra, viajando con frecuencia a Argentina y Chile, a donde era enviada aprovechando el idioma, se instaló en el 2003 en Madrid ejerciendo desde el primer momento como jefa de proyectos, una línea de actuación diferente a la que seguía en Inglaterra. “El jefe de proyecto tiene relación con el cliente que construye/explota la instalación y los departamentos técnicos de la empresa que la diseña, primero se trabajan proceso, después, estructuras y finalmente, instalaciones, de forma escalonada… pre-diseñar una depuradora sencilla puede tardarme 3 meses, pero si es grande y en detalle, puede llegar a los 10 ó 12 meses”. Alegría lleva además la preparación de los contratos que hay que firmar, el control de los gastos y que el cliente cumpla con los pagos.

Ser una mujer no la reportado precisamente ventajas según en qué países ha estado trabajando, “Arabia es un país difícil si eres mujer, allí ejercía de jefa de proyecto siendo la única mujer. Pero quizá donde me haya sentido más cuestionada por ser mujer ingeniera ha sido en países de Sudamérica”.

“VOLVEMOS A ESTAR MAL EN DEPURACIÓN EN ESPAÑA”

En España, se felicita que la costa valenciana ya tenga un buen número de depuradoras, como en las poblaciones costeras del Baix Maestrat, aunque hayan tardado más de lo debido. “El Ministerio, en materia de depuración ha tardado a ponerse las pilas, aunque sean necesarias inversiones importantes”. Sin embargo, considera que “volvemos a estar mal”. Europa y las confederaciones están forzando a que la calidad del agua vertida a los ríos y los mares sea cada vez mejor, con un mejor tratamiento, “antes teníamos un pretratamiento, ahora ya tenemos en muchas plantas tratamiento secundario, pero cuando fueron diseñadas muchas depuradoras, no lo contemplaban así que hay que ir añadiendo mejoras como eliminación de nutrientes y tratamientos terciarios”.

En Arabia, era la única mujer entre todos los técnicos.

Ponía como ejemplo el río Manzanares de Madrid, cuya poca agua que tiene es residual-tratada, limpia porque todas las depuradoras tienen tratamiento terciario y eliminación de nutrientes, “si no lo tuvieran, los pocos patos y peces que hay no podrían vivir”.  “Si una depuradora no tiene un tratamiento avanzado, no elimina nutrientes como nitrógeno y fósforo que, al llegar a los ríos, generan muchas plantas que se comen el oxígeno y acaban llenos de algas y sin peces”.

Alegría Adell también ha trabajado en proyectos de plantas de reutilización de agua, que sirven para aprovecharla en el riego de parques, campos de golf, etc. Uno de los proyectos de los que se siente más orgullosa es prácticamente el único que ha hecho para España y fue para Barcelona. En una depuradora ubicada cerca de un acuífero que sufrió sobreexplotación en los años 70, se diseñó un tratamiento avanzado terciario.  El agua tratada se inyectaba en los puntos más enfocados al mar del acuífero, lo que permitió que no entrara el agua del mar, a la vez que se mejoraba la calidad del acuífero rellenándolo.

TRASVASE-DESALADORA

Respecto a si es preferible un trasvase o una desaladora, rechaza tener que elegir una de las dos opciones, “hay que analizar cada situación para ver qué opción interesa más, todas las soluciones hay que verlas desde el punto de vista técnico, en cuanto a inversión, explotación e impacto ambiental y social, no desde el político como se ha estado haciendo hasta ahora”.

Alegría Adell, si no le “pilla” en sus periodos de estancia en el extranjero, regresa a Vinaròs en invierno al menos una vez al mes o mes y medio, “sobre todo para ver a mis padres porque se están haciendo mayores y quiero estar con ellos, en verano vengo más, porque el mar me atrae mucho”.