El avance de la N-232 en Morella y Zaragoza deja en el limbo a Teruel
ALTRES POBLESMORELLAVALLIBONA 2 agost, 2020 Vinaròs News
LAURA CASTEL
Los viajes estivales han vuelto a llenar las carreteras bajoaragonesas evidenciando la necesidad de contar con una autovía de Zaragoza hasta Alcañiz y su futura salida al mar Mediterráneo que vertebre el territorio social y económicamente.
Las únicas obras en marcha en estos momentos y, lamentablemente, en mucho tiempo, son las de la reivindicada variante de Alcorisa. La inminente adjudicación por 51,3 millones del tramo de la A-68 de El Burgo a Fuentes de Ebro; y el avance de las obras de la N-232 en Morella dejan a la zona turolense como el único cuello de botella en unos años.
Los trabajos del Puerto del Querol descongestionarán las conocidas como «curvas de Morella» aunque aún queda tiempo para que estén completas con una inversión de 42,3 millones de euros. Ya se ve el gran viaducto que permitirá salvar las curvas y ya se ha comenzado con los túneles. Estas obras movilizan vehículos de gran tonelaje y envergadura por lo que el viaje hasta la costa de Castellón es ahora más largo debido a que en algunos puntos se para el tráfico durante unos minutos.
No obstante, el gran cuello de botella por excelencia para el desarrollo del territorio sigue siendo la eterna A-68, que sigue sin avanzar pese a que en los últimos tiempos se han dado importantes pasos después de años guardada en el cajón. Fue hace ya año y medio cuando se dio el último paso administrativo para el tramo de autovía desde Fuentes de Ebro hasta Valdealgorfa con la aprobación del estudio informativo.