Los técnicos urgen una intervención ante el desprendimiento de una pared en el poblado de El Puig

EMILI FONOLLOSA, fotos MARIANO CASTEJÓN

 Las fuertes lluvias del reciente episodio de gota fría han dañado los muros recuperados del poblado ibérico de El Puig en el cerro de la ermita de Vinaròs. Una de las paredes se ha venido abajo y otras amenazan con hacer lo propio si hay nuevas fuertes lluvias, como ha advertido a Vinaròs News Arturo Oliver, del servicio provincial de Arqueología y responsable de las campañas de excavaciones que se realizan allí periódicamente.

El muro derruido podrá reconstruirse, pero la actuación más necesaria, según Oliver, es que se proceda a una consolidación de todas las estructuras del poblado. “El poblado sufre un estado de inestabilidad que lo hace proclive a que pueda sufrir nuevos desprendimientos; aunque se restaure el muro dañado, si no se consolidan todos los demás, a la larga, irán cayendo, de hecho cuando me avisaron que había caído uno pensé que se trataba de otro que ya está muy inestable”.

Así las cosas, las campañas veraniegas de excavaciones no resultan suficientes, como opina Oliver, “el proyecto de consolidación está hecho pero se debe hacer efectivo para lo cual es necesaria la correspondiente dotación presupuestaria”. Este poblado es Bien de Interés Cultural y forma parte de un itinerario cultural del Consell de Europa, “La Ruta de los Fenicios”. La relevancia que tiene, por tanto obliga a que se intente actuar cuanto antes en su consolidación y restauración, según destaca finalmente el arqueólogo responsable de los trabajos.