JAVIER ORTÍ
Ares del Maestrat celebró ayer el XIII Concurs de Gossos de Rabera, uno de los certámenes más importantes de la Comunitat y referente a nivel nacional. La cita congregó a los mejores especialistas en esta disciplina y 11 pastores, junto con sus 12 canes, se batieron en las diferentes fases.
En la primera prueba, clasificatoria para la final, los participantes tuvieron que completar un complejo recorrido y demostrar su destreza en el campo. El guía debía orientar, desde dentro del círculo, a su compañero, que tenía que recoger al rebaño de ovejas en el otro extremo del campo de juego y colocarlas junto a éste, dentro del círculo. Seguidamente, el aspirante debía coger a la única oveja que llevaba puesto un cencerro, quitárselo y conducir a las otras hasta la entrada de una manga dispuesta para la ocasión. Una vez allí, tenía que lograr que atravesasen el pasillo. Y todo con otra dificultad: en un tiempo de solo siete minutos.
El ganador fue el morellano Ismael Boix cuya border collie Neska también recibió el premio al mejor perro de la Comunitat Valenciana en 2017. «Esta disciplina es un proceso de aprendizaje continuo. En un concurso son tan importantes los fallos del pastor como los del perro», relató.
Juli Bayot, promotor del certamen, se mostró feliz con la evolución de esta iniciativa. «Somos una referencia en España y en la Comunitat, tanto a nivel de pruebas y dificultad como a nivel de animales que se dan cita».