BARTOMEU ROIG
El municipio de Peñíscola vuelve a recuperar la barrera psicológica de los 8.000 habitantes censados. Concretamente, el dato aportado desde el consistorio al Instituto Nacional de Estadística (INE) los fija en 8.006 ciudadanos, según consta en la aplicación informática que gestiona el padrón.
Respecto a las cifras del ejercicio anterior, el crecimiento es de casi el 2%, cuando la cantidad de censados era de 7.852. Se trata de la segunda anualidad en la que hay un crecimiento, tras un lustro de pérdidas continuas. En el 2010, la cantidad total era de 8.051, mientras que el récord está en el 2012, cuando figuraban 8.214 individuos. Al año siguiente hubo un ligero descenso de apenas 32 empadronamientos, para sufrir 12 meses más tarde una bajada ya bastante brusca, al quedarse en 7.457.
Las cifras volvieron a descender ligeramente en las anualidades siguientes, hasta el cierre del 2017, cuando se revirtió la situación, que ahora se consolida. Como suele ocurrir en los municipios turísticos, las condiciones demográficas encierran situaciones paradójicas, ya que hay un número de viviendas muy superior al de la media del resto de localidades, pertenecientes a personas que solo acuden a sus propiedades en periodos vacacionales. De este modo, si a los empadronados se suman los poseedores de segundas residencias y los clientes de diferentes modalidades de alojamiento, desde la administración local recuerdan que en verano pueden llegar a reunirse unas de 100.000 personas, por lo que varios servicios deben adaptarse a esta situación temporal.