Misa, cremà al centre geriàtric i mascletà, abans de l’esclat final de falles

VICENT FERRER

Benicarló se ha despertado hoy con la idea de despedir a las fiestas falleras por lo más alto, con una mañana muy intensa en este último día de fiesta.

A las once de la mañana llegaban al templo de San Bartolomé las representantes de las fallas benicarlandas, encabezadas por las dos falleras de la ciudad, Nagore Andero y María Orero, para asistir a la misa mayor que oficio Mosén Carlos, donde les esperaba la alcaldesa Xaro Miralles y miembros de la corporación Municipal, quien en su homilía y con la imagen venerada del Cristo del Mar en el altar mayor, destacó la figura de San José. Como siempre el templo se encontró abarrotado de fieles para seguir el oficio religioso.

Tras ello, y en procesión cívica, las falleras y autoridades hasta el Centro Geriátrico “San Bartolomé”, donde se procedió a la cremà de la falla construida con las figuras que las comisiones falleras de la ciudad, había regalado. Las Falleras Mayores sirvieron la comida extraordinaria a los residentes, como viene siendo habitual.

A las dos de la tarde, en una abarrotada Plaza de la Constitución, se disparó la última mascletà de las fallas benicarlandas, en la que Pirotecnia Tomas, una vez más, se lució y dejó satisfechos a falleros y público, recibiendo aplausos y felicitaciones.

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