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Javier Borrás deja la presidencia de la cofradía de Vinaròs mientras el puerto se queda con solo 8 barcas de arrastre Javier Borrás deja la presidencia de la cofradía de Vinaròs mientras el puerto se queda con solo 8 barcas de arrastre
EMILI FONOLLOSA El puerto de Vinaròs se va a quedar desde este 31 de enero con solo 8 barcas de arrastre, cuando se dé... Javier Borrás deja la presidencia de la cofradía de Vinaròs mientras el puerto se queda con solo 8 barcas de arrastre

EMILI FONOLLOSA

El puerto de Vinaròs se va a quedar desde este 31 de enero con solo 8 barcas de arrastre, cuando se dé de baja la denominada “Borrás”, cuyo armador es el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores “Sant Pere” Javier Borrás Ayza quien pasa así a la jubilación, después de haber surgido la oportunidad de venderla a un armador de Peñíscola.

Este nuevo capítulo de la paulatina y persistente merma de la flota pesquera de arrastre vinarocense coincidirá por tanto con la apertura de un proceso electoral para elegir nuevo responsable de la cofradía, para lo que no parece haber muchos pretendientes, según Borrás, ante las dificultades que sufre el sector pesquero.

“Estando ya en edad para jubilarme (el 1 de abril cumpliré 59 años) y ante la oportunidad de vender la barca, mi hermano y yo hemos decidido dar este paso, lo que supone dejar también la presidencia de la cofradía porque los estatutos marcan que no puede serlo un armador sin barca” decía a VINARÒS NEWS. Asi las cosas, cuando haya nuevo paro biológico, este próximo verano, habrá nuevo patrón mayor de la cofradía.

La barca “Borrás” es del año 1998 y pasará desde febrero a formar parte de la flota peñiscolana. “Yo no tenía ningún herdedero que pudiera continuar con la pesca así que lamentablemente, nuestro puerto pierde otra barca”. Recordaba que cuando se enroló en una barca de pesca por primera vez, en 1976, hace 42 años, había en el puerto de Vinaròs 78 barcas de arrastre y “la mitad de ellas eran polivalentes, o esa que también iban a la pesca de la sardina”. “Esta disminución la sufren todos los puertos, a todos los que vayas hay barcas en venta” remarcaba.

La economía de la cofradía se resiente con esta pérdida de barcas, “debes ajustar muchísimos los presupuestos, el capítulo de gastos que más lo nota es el de fiestas, ya no podemos hacer aquellas verbenas de antes y otros actos”. “Los armadores de arrastre aún en activo -añadía- tienen en torno a los 40 años, así que por lo menos estas ocho que quedan tienen aún bastante vida, por lo menos 15 ó 20 años más”.

De trasmallo quedan faenando en Vinaròs 18 barcas y de cerco, 3, aunque estas últimas deben alejarse de las costas de Vinaròs para obtener capturas rendibles. “Las de trasmallo parece que no notan tanto la regresión, hay más juventud en sus tripulaciones”.

En 3 años y medio como patrón mayor reconoce que pocos logros ha conseguido, “bastante hemos tenido con mantener la cofradía ajustando gastos, luchando contra todos los inconvenientes que van surgiendo”. Entre estos inconvenientes, cita especialmente la “mala prensa” que tiene el arrastre en este litoral mediterráneo, “está muy mal vista, se ha hecho una lamentable campaña, aquí nadie se ha molestado en embarcarse y ver como trabajamos, no dañamos los fondos donde pescamos, porque son arenosos, fangosos, no hay rocas, no hay posidonima… las barcas familiares de aquí son injustamente comparadas con las del Atlántico, que permanecen en el mar hasta que las bodegas están llenas”.

Según Borrás, los pescadores de esta zona están siendo “perseguidos por las autoridades”, “ nos imponen leyes de barcos de altura; en mi barca, de 14 metros, vamos solo mi hermano y yo, no podemos pasar de 10 millas de la costa. en cambio estamos catalogados como pesca industrial”. Lamentaba por ejemplo la dificultad que tienen a la hora de pesar el total de capturas, antes de entrar a puerto, como es preceptivo, “si te equivocas de varios kilos, te denuncian, no es lo mismo pesar en la barca que en la lonja…”.

Decía también que “allí donde vamos a quejarnos no nos escuchan, siempre nos dicen que “esto es norma europea y todo viene de Europa pero no se dignan a venir a ver cómo trabajamos y los problemas que tenemos”.

ABANDONO DEL PUERTO

Borrás alababa los recientes trabajos que se han realizado en el puerto, que “ya estaba algo peligroso” aunque decía que “la lonja se cae a trozos “. “A todo lo que pedimos desde la Cofradía no le hacen caso, siempre nos dicen que pidamos la lonja nueva pero no podemos asumir el traslado de la fábrica de hielo, que iría a nuestro cargo, pues nos costaría 500.000 euros”. “Las autoridades quieren hacer la lonja en el contramuelle y si a nosotros no nos costara un duro, aceptaríamos el traslado, pero no podemos asumir ese gasto tan elevado”. Considera el que va a dejar de ser patrón mayor de la Cofradía que es fundamental que no caiga la gestión de la misma en manos privadas, “las barcas pagan un 3,5% por ciento a la Cofradía pero si ésta cayera en gestión privada, esto se podría disparar al 10% o más, porque el gestor pretendería ganar dinero, entonces si que las barcas acabarían desapareciendo”.

Salvo que la cofradía le pida continuar de forma provisional, desde el 1 de febrero Javier Borrás ya solo tendrá que ir a la lonja de Vinaròs a ver cómo llegan las barcas cargadas de pescado y recordar su oficio. “No conozco a ningún marinero que tenga ganas de relevarme, aunque del sector armador parece que sí que hay alguien algo animado, es normal que haya en todos pocas ganas, es muy difícil asumir este cargo” comentaba finalmente.

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