Forcall “pastà la rotlleta”

JAVIER ORTÍ

Forcall no descansa en la preparación de su fiesta más conocida, el Sant Antoni. Tal y como manda la tradición, a una semana de los actos centrales, celebraron la pastà de la rotlleta, una de las citas previas más laboriosas. Desde primera hora, las mujeres forcallanas, como es costumbre, acudieron a los dos hornos de la localidad para preparar coquetes y rotlletes, las pastas típicas que se reparten en los festejos.

Uno de los puntos en los que se congregaron es emblemático, al ser el horno de la Vila, el más viejo de Europa, que data de 1246. Días atrás los mayorales lo encendieron para alcanzar la temperatura óptima para la cocción. La jornada se desarrolló en un ambiente de hermandad entre las vecinas del pueblo. Sin embargo, detrás de las caras risueñas y la atmósfera de alegría, se esconde un trabajo titánico. Para abastecer a todos los asistentes y a los que hacen posible el Sant Antoni del municipio, prepararon un total de 1.600 coquetes, rellenas de confitura, y 3.000 rotlletes.

Además, en esta ocasión la actividad fue más especial si cabe. Este año, la figura de les pastadores ha sido premiada con el Cremaller de Honor. El galardón se les concederá por su aportación, esfuerzo y trabajo para asegurar la continuidad de la tradición. Con los exquisitos dulces ya cocinados, solo queda esperar el fin de semana más importante del invierno en Forcall. La jornada principal será el próximo viernes, 18 de enero. A las 13.00 horas llegará la espectacular plantà del maio, para instalar el tronco central que conformará la barraca que se quemará por la noche. A las 22.00 horas, el tranquilo municipio se llenará de ambiente con la Santantonà, declarada Fiesta de Interés Autonómico y Bien de Interés Cultural (BIC).