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CARMEN LLOPIS Elegir una manera de situarse en el mundo y relacionarse con la diversidad de personas, supone haber optado por un modelo teórico....

CARMEN LLOPIS

Elegir una manera de situarse en el mundo y relacionarse con la diversidad de personas, supone haber optado por un modelo teórico. Esta toma de postura nunca es una acción neutra, depende, según los contextos, de intereses de poder que deciden las finalidades.

Aportar, por tanto, desde un pensamiento crítico, ante este mundo con profundas transformaciones, requiere un proceso colectivo porque es imprescindible la implicación de tod@s en el desarrollo de significados, valores, actitudes, competencias… para recrear una sociedad más participativa, más justa, para reenfocar los procesos educativos, también en la escuela y para hacer viable ese aprendizaje a lo largo de la vida.[1]

Describimos brevemente algunos enfoques, estrategias, recursos… en esta línea:

– El trabajo integrado: concibe la educación como una cuestión colectiva. Las acciones de colaboración y/o cooperación entre escuela y agentes comunitarios hacen visible la interacción de las instituciones educativas con la comunidad.

– Comunidades de aprendizaje: esfuerzo conjunto entre hogar y escuela, educación extra-escolar y escolar, instituciones públicas y privadas, además del aprovechamiento de todos los recursos humanos y materiales disponibles en cada comunidad.

– El Aprendizaje Servicio (APS): metodología de enseñanza-aprendizaje planificada institucionalmente e integrada en el currículo para desarrollar habilidades prestando servicios en la comunidad. Se crean así nuevos espacios donde se practica una ciudadanía solidaria aprendiendo a tomar decisiones y asumiendo responsabilidades con la comunidad.

La tecnología digital (TIC) : recurso que abres la escuela a la comunidad, para utilizar, compartir, crear información, conocimientos. Se necesitan nuevas habilidades y metodologías de enseñanza-aprendizaje para moverse en este nuevo espacio.

Pero no todas las personas que se reúnen para trabajar, diseñar, estudiar… crean redes y se interrelacionan. El grupo puede tener muchas modalidades, desde una simple suma de las acciones de sus miembros a una interacción entre ellos, esta segunda posibilidad – equipo-cooperación- es la que nos interesa. 

LOS EQUIPOS

Para formar un equipo es necesario considerar tanto las capacidades intelectuales de sus posibles miembros como sus características socio-psicológicas y de personalidad. Los equipos se forman para realizar tareas concretas, asesorar, gestionar…

Si existe equipo, se trabaja con menos tensión, se comparten responsabilidades, se reducen los tiempos, se comprenden mejor las decisiones, se abordan los problemas desde distintos puntos de vista y por tanto se alcanzan los resultados deseados porque se unen los esfuerzos, se comparten las metas, se facilita una mejor gestión de la información y del conocimiento y todos los integrantes tienen igualdad de oportunidades para participar.

COOPERAR EN UN EQUIPO

Es una manera de trabajar en equipo. En educación es una metodología que pretende desarrollar hábitos de trabajo conjunto, autonomía, colaboración y solidaridad entre compañer@s. Contrasta con el aprendizaje competiti­vo o individualista en el que cada persona trabaja para al­canzar solo los objetivos, desvinculado de las de los demás.

 

 

 

Podemos señalar alguna de las finalidades del aprendizaje cooperativo:

– Potenciar las relaciones positivas. Aceptar y ser capaces de trabajar con

  cualquier compañero/a y ponerse de acuerdo sobre lo que se va a realizar.

– Favorecer la autonomía en los proceso de aprendizaje – obtener información,

  resolver dudas, consensuar en el equipo- y decidir qué va a hacer cada uno/a y

  cómo.

– Interaccionar con la diversidad de personas y las distintas necesidades para realizar

 los trabajos o pruebas de acuerdo con los criterios establecidos

– Valorar en grupo los resultados,

LOS CENTROS EDUCATIVOS como lugar de reunión, de aprendizaje y de socialización deberían cumplir una  doble tarea, difundir los saberes y construir ciudadanía en un momento en que las estructuras familiares y sociales vinculan y canalizan cada vez menos valores y referencias culturales. Favorecer una cultura democrática en la organización del centro puede ser una buena contribución a la formación ciudadana de sus miembros

Se trata de enseñar a vivir en la complejidad y aprender a vivir juntos con una formación en la ciudadanía, ya que la educación y el aprendizaje no tienen que ver sólo con el conocimiento, las técnicas y las formas de producción y gestión, sino que tienen que involucrar a la persona en las relaciones con los otros, diferentes y diversos, y también consigo misma.

Todos pertenecemos a comunidades de práctica. En casa, en el trabajo, en la escuela, en nuestras aficiones: pertenecemos a varias comunidades de práctica en cualquier momento dado y estas cambien el curso de nuestras vidas… [2]

EL FORTÍ VINARÒS INTERCULTURAL

www.elforti15.blogspot.com.es

[1]Cfr Vinaròs: historia del meu poble. Mare Nostrum ,nº 43. 2015, Vinaròs, pag 30 y ssgg. Marco teórico

[2] Wenger, E. (2001) Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad. Paidós.

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