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El obispado de Tortosa no se pronuncia por ahora sobre Catalunya El obispado de Tortosa no se pronuncia por ahora sobre Catalunya
EMILI FONOLLOSA (fotos de la visita a Vallibona aquest estiu del bisbe) El obispado de Tortosa está siguiendo con detalle el día a día... El obispado de Tortosa no se pronuncia por ahora sobre Catalunya

EMILI FONOLLOSA (fotos de la visita a Vallibona aquest estiu del bisbe)

El obispado de Tortosa está siguiendo con detalle el día a día de la situación política de Cataluña, aunque por ahora, al contrario de lo que ha hecho el de Segorbe-Castellón, prefiere no manifestarse, a la espera de acontecimientos más definitivos. Una confirmación de la independencia podría ser ya el momento de que desde las altas instancias eclesiásticas de las que dependen las comarcas del sur de Tarragona y norte de Castellón se pronunciaran de forma clara. 

La impresión generalizada, constatada en comentarios que entre el sector de la Iglesia se han ido produciendo en los últimos meses, es que una separación de Cataluña del resto de España podría suponer el fin del obispado de Tortosa porque “no tiene ningún sentido que un obispado incluya a territorios de dos estados diferentes” decía una opinión autorizada. Así las cosas, el sur de Tarragona podría pasar a depender de un obispado catalán y el norte de Castellón, al de esta provincia. A pesar de esta opinión generalizada, entre los sectores pulsados tampoco se ve como algo descabellado que ambos territorios pudieran seguir unidos eclesiásticamente, aunque se consume la separación de Cataluña. En este sentido, se recuerda el caso especial del principado de Andorra que depende del obispado de la Seu de Urgell, cuyo obispo además es copríncipe andorrano. Otras situaciones singulares como ésta hay en algún otro país, como aseguran quienes no ven por tanto tan complicado que el antiquísimo obispado tortosino no se parta o desaparezca.

De hecho, las excelentes relaciones existentes entre un lado y otro del río Sénia en el ámbito religioso, bajo el “paraguas” del obispado tortosino hace que todos los consultados optan por continuar con la actual situación en cuanto a este elemento aglutinador. Así se remarca que el río Sénia viene a ser la única separación entre ambas zonas que comparten costumbres, lengua, relaciones sociales, comerciales, etcétera.

Entre un lado y otro el “trasvase” de sacerdotes ha sido constante desde siempre, así a la hora de traslados de sacerdotes son frecuentes las situaciones en los que los nacidos o afincados en poblaciones valencianas son destinados a municipios catalanes como al revés. Como ejemplos, se puede citar que el sacerdote párroco de Ulldecona es de Vinaròs y el de Alcanar, es de Benicarló, un alto cargo del obispado es benicarlando, en la comarca de la Terra Alta hay otros vinarocense y un benicarlando es el párroco de San Carlos de la Ràpita.

Fuentes del obispado destacaban que a la hora de emprender acciones o inversiones, los territorios se tratan por igual y no hay ninguna diferenciación entre los valencianos y catalanes. Un ejemplo ha sido las recientes obras de restauración de la capilla de la Comunión de la iglesia Parroquial de Vallibona, en la comarca de Els Ports, para acoger los tablones medievales restaurados, de las que se ha hecho cargo el obispado de Tortosa sin que haya habido ninguna traba, al contrario, todo han sido facilidades.

A pesar de la evidente preocupación por el futuro catalán reinante, el día a día de la vida religiosa de estas comarcas se sigue desarrollando con absoluta normalidad. Por ejemplo, el obispo Enrique Benavent que, es valenciano, sigue acudiendo a celebraciones tantos de poblaciones catalanas como valencianas.

La diócesis de Tortosa se remonta al siglo IV. El 31 de mayo de 1960, un decreto de la Sagrada Congregación del Consistorio, modificó los límites de las diócesis de Valencia, Segorbe y Tortosa, en lo que a la provincia de Castellón afectaba, de tal manera que desde ese momento las localidades de la misma quedaban incluidas dentro de las diócesis de Segorbe, excepto los tres arciprestazgos del norte y la parroquia de Catí, que quedaron en Tortosa.

La parte valenciana de la diócesis tortosina, a pesar de la reducción del territorio que sufrió desde el año 1960 siempre ha tenido un gran peso específico en el obispado tortosino, al contar con poblaciones relevantes como Benicarló y Vinaròs. En la gran aportación de sacerdotes que ido desde tierras castellonenses hasta Cataluña y las frecuentes visitas del obispo al Maestrat y Els Ports queda patente esta influencia e incluso hay que destacar que de tierras valencianas proceden obispos que han estado en el Palau Episcopal de Tortosa, como Xavier Salinas, además del actual.

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